miércoles, 11 de marzo de 2015

El camino a la verdad, espiritualidad


EL CAMINO A LA VERDAD


Cuánto se oculta de uno mismo, cuánto se enmascara al ver a los demás. Existe un velo oculto que dibuja sobre las mentes del hombre común un autoengaño que busca no enfrentarse a sí mismo. Ver dentro de nosotros implicar ver al demonio que se ha construido y que ha generado esta realidad ficticia que abarca nuestro entorno. Se mira el camino de la vida sin saber donde se va, ni en que punto se encuentra aquella conciencia que mira la creación divina, adormecida entre tantos patrones de ideas nocivas. Muchas personas están dispuestas a criticar el entorno, muchas personas están dispuestas a ver en los demás el error, y el cambio del entorno se queda en un mero ensueño de matices rotos por la conformidad de un pueblo subyugado al placer del dinero, al deleite de los estímulos de nuestros sentidos, ya no hace falta hacer mucho, basta con tener un buen empleo, un buen automóvil, un gran televisor, un lugar donde vivir pagado a plazos durante muchos años, unos hijos a los cuales se les remite a unas pequeñas cárceles de adoctrinamiento llamadas colegios, se les castiga a golpes, insultos si se comportan como no queremos, y que hagan lo que sus padres desean, ser un esclavo de una vida mecánica con dinero para disfrutar de los deleites que la sociedad de consumo nos ofrece a diario con sus pomposos y eficaces mensajes publicitarios, con la vida de ensueño de tantos deportistas emblemáticos o famosos actores. No hay que pensar por si mismo, no. Al contrario, para ello se tiene el gran oráculo televisión, así que razonar más allá de lo que se ve y se dice no tiene sentido, las opiniones se cocinan en el yo creo, el yo pienso, lo que deja en claro que mi pensamiento es así porque se ha forjado ciertas convicciones y experiencias dolorosas que remiten al temor de terceros y así todo se resuelve. Lastimosamente así no se puede llegar a ningún lado, a caso pensar siempre lo mismo es síntoma de sapiencia, esto lo único que logra es disociarnos más de lo que ya estamos, nadie sabe más que nadie, cada quien tiene una experiencia que contar, pero aquella experiencia debe ser medida por nuestras propias vivencias, no por lo que otros me dicen, las opiniones ya no son propias son de otros y así mismo sucede con el mundo espiritual, donde se pierde el sentido de lo sagrado, dejando solamente este sentido para los templos y sin embargo aún así allí, se pierde también el significado.

Lo sagrado queda relegado al verbalismo, muletillas que se usan para nombrar a Dios, y decirse a sí mismo, creo en el y asisto a una “religión” que me brinda la espiritualidad para proseguir en mi camino. Entonces de qué se trata ser una persona espiritual y decidir emprender un camino de este tipo, si lo que se ve a diario son falsos conceptos arraigados en explicaciones que intentan descifrar el contexto, más no llegar al punto de sentir las cosas por si mismo. A diario la sociedad cada vez más se aleja de la creación divina, las sectas de creencias cristianas, las iglesias de mercado o diferentes tipos de cultos se alienan entre ellas creyendo tener la única salvación.
 En esta sociedad contemporánea donde todo se cuece sobre grandes urbes y templos del comercio, el consumo, se desplaza a la naturaleza como una involución y para muchos ya hace estorbo, es mejor observar majestuosos edificios o una avenida grandísima para que transiten nuestras solemnes maquinas que corren a miles de velocidades para llegar muy rápido a nuestros trabajos, es preferible ver esto que sentir el sonido de la naturaleza al ritmo de la música del viento. Como autómatas repetimos el descaro de los esplendorosos noticieros criticando a la sociedad sin aportar soluciones factibles a un avance progresivo de nuestro planeta. La tecnología es vistosa y esta para el servir de nuestras propias ayudas y evolución, más sin embargo se han convertido en nuestra forma de esclavización; solo falta escuchar al amigo hablar del último celular que adquiere con sus fastuosos avances que lo mantienen ensimismado. Importa ya más el articulo que cierto tipo de marcas realizan con la más alta tecnología de punta explotando de manera abusiva los recursos del planeta, que el daño colateral que se hace a nuestro propio ser y al planeta donde se vive. Las personas van como muertos vivientes, donde acuden a los templos de dichas marcas para satisfacer sus hambrientos egos de ultima moda. 

La palabra religión se convirtió en algo separatista, discriminatorio, eres de mi iglesia y si no lo eres el tal dios nos castigará. Hasta cuando el hombre se jactará de creer en un dios de ideas falsas. Dios no es un concepto; hace ya tiempo atrás que la humanidad comenzó a pedir cambios a gritos, retornando al origen del cual se nos ha apartado por medio de la manipulación mental que hemos sido abusados, de la que ocultaron todo vestigio de conocimiento que nos aprovisionara de sabiduría. Sobre todo a los pueblos de Indoamérica, que con el conocimiento ancestral que poseían, fueron los europeos quienes se aprovecharon de tales descubrimientos, sumiendo la población en total colonización mental y el peor de todos los males, la ignorancia.
Por otra parte para acceder al conocimiento la educación es al igual que todo un escalón más de la famosa sociedad de consumo. Ahora resulta que para ser una persona educada tenemos que asistir si o si a instituciones educativas que nos brindan conocimientos a cambio de grandes cantidades de dinero. Es una gran manera para segmentar a la sociedad y crear brechas entre los mismos. Los ricos se les brinda educación muy diferente a una persona de clase media y baja. Las familias de clases medias y bajas se les educa no para aportar a la sociedad en pro de una mejor evolución humana sino al contrario para trabajar y ser esclavos de sueldos irrisorios con jornadas laborales extensas.

Entonces el camino espiritual queda rezagado a doctrinas que nos aporten algo externo, sin respuestas a la vida y con conjeturas que nos hacen ver la vida derrotista; pero al hablar del camino interno convierte en un absurdo. Si bien se dice que Dios nos hizo a imagen y semejanza de él, entonces ¿por qué nuestros hermanos cristianos tildan el conocimiento ajeno a ellos como satánico y además que desconocen por pura ignorancia? ¿A caso nuestros ancestros nativos de nuestras tierras observaron las estrellas, las constelaciones por que sí? La verdad es que aunque el hombre contemporáneo le cueste creer que los antiguos eran mucho más que tipos salvajes sin ropas de moda, eran personas que con su basto conocimiento, dejan huellas que perduran más que cualquier generación. El conocimiento objetivo es una de las bases fundamentales para una educación que conforme al avance social que se tiene se cree una sociedad más justa y consiente del entorno al cual se enfrenta. La ignorancia es perjudicial para los pueblos, y más aún si la ignorancia es de espíritu. 

Para los buscadores de la verdad y para quienes comprenden que existe algo más allá de nuestro propio entendimiento de la razón humana,  no se trata de explicarnos todo por medio de conceptos intelectuales,  ni tampoco de dejar las cosas en una mera creencia, hay que comenzar a experimentar por si mismo las cosas para que estás se conviertan en una verdad, la verdad es lo que me es útil y lo que se ha experimentado por si mismo. El mundo necesita comenzar a tener una búsqueda interna para cambiar, si uno mismo no se cambia, los demás no cambian y es allí donde comienza el verdadero camino espiritual. Volver a estar en paz y armonía con nuestro propio entorno se hace necesario, o sino miren el reflejo de la sociedad que hemos creado, índices de depresión, angustia, insatisfacción, y que además de ello esto se hace tan normal que las personas ya ni siquiera saben que esto son patologías, entonces ni prestan atención a estos síntomas que ansiosamente desgastan.

Por esta razón lo que antiguamente se llamo hermetismo, ocultismo, y esoterismo, era para personas preparadas, iniciadas, eruditas y a los demás se les llamo legos, sencillamente porque dicho conocimiento no podía estar al alcance de todos. Las practicas y enseñanzas espirituales de los orientales en nuestra época, y en occidente son terapias para sanar. Es por ello que en la actualidad se ve un resurgir de estos temas, por eso se deben ver con objetividad, los tiempos cambian, la humanidad cambia y no nos podemos quedar con ideas de siglos pasados como cavernícolas, se hace necesario que las personas comiencen a cambiar, a observar todos los legados que se construyeron en el ayer para avanza hacia una mejor humanidad, un ejemplo es el esoterismo el cual en la actualidad por mera ignorancia se le asignan  significados de cualquier cosa, empero dicho conocimiento se define de una manera mucho más profunda, lo cual implica un análisis mucho más objetivo y profundo que una conjetura de terceros o de una búsqueda simplista de la misma definición .


Aún en la sociedad se imponen son los gritos, los golpes, las peleas, la competencia que aplaste al otro, la indiferencia, el egoísmo, no nos importa la sabiduría eso es para los mamertos, y los intelectuales de copa y sofá solo sirven para almacenar contenidos de teorías en sus memorias, esto como base no tiene ningún sentido. La espiritualidad tampoco es observar halos de luz, creerse un ser despierto o fanatizarse en cierto tipo de creencias, la única doctrina que existe es el templo del amor, por ello a Jesús se le pintaba con un corazón en llamas; es dentro de nuestro corazón donde se halla el camino que nos hace ya no creer en Dios, sino conocerlo y ver que todo es una unidad, que tu el que en estos momentos leíste esto, eres mi propio reflejo, que todo el planeta es un ser viviente y consiente que ayuda a que nosotros tengamos vida, por que todo en el universo es vida, es Dios. Hasta la física más avanzada de hoy en día está redescubriendo lo que los antiguos vedas ya nos decían de manera metafórica en sus mitos fundacionales ya hace muchos miles de años atrás, pero nuestra propia incertidumbre e incultura nos hace ciegos ante las verdades del espíritu, y así muchos no lo crean pues existen las verdades, solamente las descubren quienes las buscan en un sendero espiritual, sincero y  que conduce a un solo punto el conocerse a uno mismo. 

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